
Desde la UE se preocupan por la “estabilidad económica” luego de la decisión de Donald Trump de subir los impuestos a los productos de Canadá, México y China
miércoles 05 de marzo de 2025 | 6:02hs.
Donald Trump, Justin Trudeau, Xi Jinping y Claudia Sheinbaum.
Finalmente y tras el tenso debate, entran desde hoy en vigor los aranceles anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump para México y Canadá. Junto a China, conforman un consorcio comercial para el gigante de Norteamérica al que responderán con represalias. Desde la Unión Europea (UE) advierten preocupación por la “estabilidad económica”.
“Esos aranceles amenazan cadenas de abastecimiento profundamente integradas, flujos de inversiones y la estabilidad económica a ambos lados del Atlántico”, dijo un vocero de la UE, Olof Gill.
En detalle, ayer se cumplieron los días de prórroga que el presidente de Estados Unidos había otorgado antes de que entrara en vigencia el aumento de impuestos para los productos mexicanos, canadienses y también provenientes de China.
El año pasado, Estados Unidos realizó casi 2,2 billones de dólares en el comercio de bienes -exportaciones más importaciones- con los países que el presidente está apuntando: U$S 840.000 millones con México, U$S 762.000 millones con Canadá y U$S 582.000 millones con China.
En este escenario, Trump declaró una emergencia económica para justificar los aranceles, marcando el uso más agresivo de tarifas por parte de Estados Unidos desde la década de 1930.
Toda importación desde México y Canadá contará con aranceles del 25%, mientras las de los hidrocarburos canadienses tendrán un gravamen del 10%. Las importaciones chinas, que desde febrero tenían aranceles adicionales del 10%, suman ahora 10% más, algo que eleva los miedos por su impacto en la inflación.
Estas subidas arancelarias a China se agregan a las anunciadas durante la guerra comercial con el gigante asiático iniciada por Trump durante su primer mandato.
En este sentido, el dólar cayó ayer y tocó mínimos de tres meses, ya que la preocupación por la ralentización del crecimiento y el impacto de aranceles en la economía estadounidense pesaban más que cualquier posible impulso a la divisa derivado de los nuevos gravámenes a los tres países.

