
Es esencial asegurar un aporte adecuado de macro y micronutrientes en las dietas, incluyendo carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales
miércoles 06 de noviembre de 2024 | 6:05hs.
Con asesoramiento profesional, la dieta se puede ajustar a todas la edades.
La alimentación basada en plantas ganó popularidad como una opción saludable y sostenible, pero también suscita interrogantes sobre su adecuación para diferentes perfiles nutricionales. Ante esto, nutricionistas destacan que es esencial asegurar un aporte adecuado de macro y micronutrientes en la dieta, incluyendo carbohidratos, proteínas, grasas, minerales y en este caso particular, se debe suplementar con vitamina B12.
En este sentido, la licenciada en Nutrición Emilce Álvarez Vivar explicó que es fundamental que la persona esté consumiendo las cantidades adecuadas de hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, “mo sólo considerando la cantidad que necesita sino la calidad, además de considerar la hidratación y el aporte de los antioxidantes, polifenoles y fibra provenientes de los alimentos basados en plantas”.
“El suplemento que debe considerarse sí o sí esencial en una alimentación basada en plantas es la vitamina B12. La persona que está llevando este tipo de patrón alimentario, o bien que está empezando a consumir menos cantidad de alimentos de origen animal, debe suplementarse”, advirtió.
A su vez, destacó que es importante que los pacientes se realicen un análisis en sangre para chequear el valor de B12 y de homocisteína. A partir de estos dos parámetros se podrá determinar cómo iniciar el esquema, ya sea de suplementación para mantener el valor o bien, en caso de que ya haya una deficiencia, para subirlo.
Asimismo, aclaró que cualquier persona puede llevar adelante este patrón alimentario y en relación a esto, la Academia de Nutrición y Dietética se posicionó a favor de asegurando que son saludables, nutricionalmente adecuadas y que también pueden resultar beneficiosas en la prevención y en el tratamiento de algunas enfermedades.
Además, mencionan que con una buena planificación, esta alimentación puede llevarse a cabo en todas las etapas de la vida incluyendo el embarazo, la lactancia, la infancia, adolescencia, adultez y vejez.
Según explicó la profesional Álvarez Vivar, al ordenar el patrón alimentario o al incorporar mayor cantidad de alimentos con densidad nutricional, en algunos casos se produce un descenso saludable del peso que va acompañado por un cambio en la microbiota y una mejora en la salud en general.
“Hay que tener en cuenta el cambio que produce esta alimentación hacia un tipo de bacterias más saludables en la microbiota intestinal, por eso es importante que si la persona venía consumiendo muy poquita cantidad de fibras, que lo vaya haciendo de manera gradual. Además debe ir conociendo las distintas técnicas de manipulación y cocción de los alimentos para mejorar esta fibra y que la microbiota no se resienta tanto al principio”, sostuvo la nutricionista.
Reemplazos
En esa línea, hizo hincapié en que es fundamental la asesoría alimentaria profesional ya que propone incorporar otros grupos de alimentos como legumbres y otros tipos de cereales que no son tan conocidos como la quinoa, el mijo, el amaranto, el trigo burgol y el trigo sarraceno. También se deben incorporar semillas como chía, lino y sésamo.
“Es importante hacer los reemplazos adecuados para cubrir todos los nutrientes y también es importante conocer las técnicas de manipulación de los alimentos para que se pueda mejorar la digestibilidad y la absorción de los mismos. También una asesoría nutricional va a brindar información correcta acerca de la suplementación con vitamina B12 y en algunos casos también con vitamina con los omega 3 como es el caso del embarazo, sobre todo el último trimestre y en los primeros años de la infancia”, agregó Álvarez Vivar.
Por su parte, la nutricionista Sonia Brandt añadió que otros suplementos más comunes para esta dieta suelen ser la vitamina D, hierro y calcio. Para saber si una persona necesita suplementarse, es esencial que se realicen chequeos de sangre regularmente, evaluar niveles de energía, y monitorear síntomas de carencias específicas como fatiga, debilidad o problemas de piel.
“Las personas activas necesitan poner atención a su ingesta de proteínas, hierro, omega 3, magnesio, calcio y antioxidantes. También deben consumir proteínas de alta calidad que se encuentran en legumbres, tofu, quinoa y frutos secos, son fundamentales para la recuperación muscular. Los antioxidantes presentes en frutas y vegetales ayudan a combatir el estrés oxidativo derivado del ejercicio, mientras que el hierro y el calcio son importantes para el rendimiento físico y la salud ósea”, mencionó.
En este marco, indicó que es clave asegurar una ingesta adecuada de proteínas en cada comida y de ser necesario, considerar un suplemento proteico vegetal. El consumo de carbohidratos complejos como batatas, avena y legumbres proporciona energía sostenida.
También recomendó priorizar alimentos ricos en antioxidantes y antiinflamatorios como frutas rojas, cúrcuma y jengibre, y mantener una buena hidratación con electrolitos naturales para evitar desbalances.
“Es común que algunas personas elijan una dieta basada en plantas con la intención de controlar o reducir su ingesta calórica, lo cual puede derivar en deficiencias nutricionales y en una relación restrictiva con la comida. En estos casos, trabajo en fomentar una relación equilibrada con la alimentación, en la calidad de los alimentos y en el valor nutricional en lugar de las calorías. Es importante educar sobre la importancia de una alimentación completa que respalde el bienestar integral, y desarrollar un plan que incluya una variedad de alimentos que apoyen tanto la salud física como emocional”.
De igual forma, Brandt habló sobre algunas señales de alarma que pueden incluir fatiga persistente, pérdida de cabello, piel seca, debilidad muscular y cambios de humor. Estos pueden indicar deficiencias nutricionales, como falta de vitamina B12, hierro o proteínas. Si aparecen estos síntomas, la profesional aconsejó realizar una evaluación nutricional para identificar posibles deficiencias y ajustar la alimentación o suplementación según sea necesario.
Mitos
En cuanto a los mitos sobre esta alimentación, señaló que el más común es que una dieta basada en plantas no proporciona suficiente proteína, pero esto se desmiente al mostrar la variedad de fuentes proteicas vegetales como legumbres, semillas, frutos secos y productos de soja.
“Otro mito es que una dieta vegetal es siempre baja en calorías y difícil de sostener; sin embargo, una alimentación basada en plantas bien planificada puede ser altamente nutritiva y sostenible, ofreciendo abundancia y variedad sin sacrificar sabor ni satisfacción”.
Por último, compartió que una alimentación basada en plantas es eficaz para prevenir y gestionar enfermedades inflamatorias, cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. “Estudios científicos recientes respaldan estos beneficios con más de 800 investigaciones que destacan cómo los nutrientes de origen vegetal reducen la inflamación, mejoran la salud cardiovascular y ayudan a regular los niveles de azúcar”, enfatizó Bradt.
Y cerró: “Llevo adelante una mentoría de mi autoría llamada Reiniciá tu salud, donde guío y acompaño paso a paso a las personas que deciden cambiar su salud de forma definitiva utilizando una alimentación y estilo de vida basado en plantas como marco de tratamiento.vLuego se personaliza la alimentación basado en las preferencias individuales, orientado no solo a mejorar la salud, sino a revitalizar su energía y optimizar su bienestar a largo plazo”.

