
Rosalía Montenegro y Susana Gómez de Mora, hijas de San Javier, se retiraron tras más de 25 años de servicio
martes 10 de diciembre de 2024 | 19:43hs.
El retiro de Rosalía Esther Montenegro y Ema Susana Gómez de Mora marca un momento especial en la historia de la Policía de la Provincia de Misiones. Ambas mujeres, nacidas en San Javier, dedicaron más de 25 años al servicio de la comunidad y rompieron barreras en una institución que por mucho tiempo estuvo marcada por el predominio masculino.
Rosalía Esther Montenegro inició su carrera en abril de 1998, completando su formación a finales de ese mismo año. Su primer destino fue la División Comando Radioeléctrico UR-VI, donde se convirtió en la primera mujer en integrar el prestigioso Grupo de Operaciones Especiales (GOE), un logro que por sí solo marcó un precedente en la fuerza policial. Su trabajo en el GOE ndemostró su capacidad y fue una declaración de principios: las mujeres podían y debían ocupar espacios históricamente vedados para ellas. En 2003, Montenegro fue trasladada a la Primera Comisaría de la Provincia en San Javier, donde continuó desempeñándose con la misma dedicación que la había caracterizado. En 2014, con la apertura de la Comisaría de la Mujer en San Javier, su experiencia y vocación la llevaron a formar parte de esta nueva dependencia, donde trabajó hasta su retiro. Su trayectoria culminó con el grado de Suboficial Mayor, siendo la primera mujer en alcanzar este rango en esa comisaría.
Ema Susana Gómez de Mora, en tanto, comenzó su camino en la Policía en octubre de 1997. Fue parte de la primera promoción de mujeres en casi una década, cuando apenas 50 mujeres ingresaron a la fuerza desde distintas localidades de Misiones. Su primer destino fue la División Comando Radioeléctrico en Apóstoles, donde durante tres años cumplió funciones como número de guardia.
Con el tiempo, Gómez de Mora prestó servicio en distintas localidades de la provincia, como Alem, Mojón Grande, Gobernador López e Itacaruaré. Estas experiencias no estuvieron exentas de dificultades: llegar a ciertos destinos en aquellos años era una odisea, con la ausencia de transporte público como uno de los desafíos más notables. Sin embargo, su compromiso no flaqueó. La mayor parte de su carrera transcurrió en Alem, donde desempeñó roles en la División Criminalística, la Comisaría y la Comisaría de la Mujer. El retiro, tras 27 años de servicio, la encuentra en el grado de Suboficial Mayor, una posición que refleja su dedicación, el respeto y el reconocimiento de sus compañeros y superiores. En sus propias palabras, lo que más valora son los recuerdos de los procedimientos, las lecciones aprendidas de quienes la precedieron y la camaradería que definió su paso por la institución.
Montenegro y Gómez de Mora, hijas de San Javier, vistieron el uniforme con orgullo y construyeron un camino para que otras mujeres encuentren su lugar en la fuerza

