Washington dejó de compartir información crucial de inteligencia para defenderse de la ofensiva de Putin, que no tardó en aprovechar la situación
domingo 09 de marzo de 2025 | 6:02hs.
Una serie de ataques rusos sobre Ucrania mataron al menos a 20 personas en las últimas 24 horas, informaron ayer las autoridades ucranianas, mientras la intensa ofensiva aérea continuó por segunda noche tras la decisión de Estados Unidos de dejar de compartir imágenes satelitales con Kiev.
La decisión de Washington de retener la inteligencia y la ayuda militar se produjo tras la tempestuosa visita del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a la Casa Blanca la semana pasada.
Sin las imágenes satelitales estadounidenses, la capacidad de las tropas ucranianas para lanzar ataques en territorio ruso y defenderse de los bombardeos enemigos se ve significativamente disminuida.
Al menos 11 personas perdieron la vida en varios ataques sobre una ciudad en la asediada región de Donetsk, en el este de Ucrania, el viernes por la noche, dijo su gobernador, Vadym Filashkin. La ofensiva causó daños en ocho bloques de departamentos en Dobropillya, una localidad próxima al frente donde las tropas rusas han logrado avances constantes.
El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania dijo que un avión no tripulado ruso dañó un camión de bomberos ucraniano mientras los rescatistas trataban de extinguir las llamas en los edificios.

Otras seis personas murieron en Pokrovsk, Kostyantynivka, Myrnograd e Ivanopillya, también en el frente, apuntó Filashkin. Los servicios de emergencia indicaron que tres personas más fallecieron tras el impacto de un avión no tripulado en un taller civil en la región nororiental de Jarkov.
Según informó ayer a la tarde la cadena BBC, los muertos en total ya eran al menos 25, en varios ataques en distintas localidades ucranianas.
Filashkin declaró un día de luto ayer en toda la región y advirtió que podrían encontrarse más víctimas entre los escombros.
Según el presidente Zelenski, entre los heridos hay al menos cinco menores.
“Anoche, el ejército ruso disparó dos misiles balísticos contra el centro de Dobropillya”, afirmó el mandatario. “Después de que los servicios de emergencia llegaran al lugar, lanzaron otro ataque, apuntando deliberadamente a los rescatistas. Es una táctica de intimidación vil e inhumana a la que los rusos suelen recurrir”, denunció.
El ataque se produjo apenas 24 horas después de que las fuerzas de Moscú atacaran instalaciones energéticas ucranianas con docenas de misiles y drones, limitando su capacidad para proporcionar calefacción y luz a la población, y para abastecer a las fábricas de armas vitales para su defensa.
El retiro de apoyo de Estados Unidos
El bombardeo se produjo después de que Washington suspendió la ayuda militar y la inteligencia a Kiev para presionarla a aceptar un acuerdo de paz impulsado por Donald Trump.
Respondiendo a la pregunta de un reportero el viernes en la Oficina Oval acerca de si el presidente de Rusia, Vladimir Putin, estaba aprovechando la pausa en el intercambio de inteligencia para atacar a su vecino, Trump apuntó: “Creo que está haciendo lo que haría cualquier otra persona”.
Zelenski no hizo referencia al acuerdo de intercambio de inteligencia, pero sí pareció apelar a otras declaraciones del mandatario estadounidense acerca de las sanciones financieras a Moscú.
En una publicación en redes sociales, Trump propuso imponer sanciones bancarias a gran escala y aranceles a Moscú hasta que se alcance un alto el fuego y un acuerdo de paz.
Zelenski celebró la perspectiva de nuevas sanciones a Moscú diciendo que “todo lo que ayude a Putin a financiar la guerra debe ser destruido”.
La fuerza aérea ucraniana indicó ayer que las tropas del Kremlin lanzaron tres misiles Iskander y 145 drones sobre el país durante la noche. El operativo incluyó una mezcla de aviones no tripulados de ataque y de distracción destinados a confundir a las defensas antiaéreas. Un misil y 79 drones fueron derribados, mientras que otros 54 más se perdieron sin causar daños, agregó.
Por su parte, las fuerzas rusas derribaron 31 drones ucranianos durante la noche, incluidos 26 sobre la región de Krasnodar, informó el Ministerio de Defensa ruso ayer.
Los restos de un dron causaron un incendio en la refinería de petróleo Kinef en la región de Leningrado, en el norte de Rusia, explicó su gobernador, Aleksandr Drozdenko, en un comunicado. No se reportaron víctimas.
El presidente de Ucrania, Volodmir Zelenski, denunció ayer que los ataques nocturnos efectuados por Rusia contra las regiones de Donetsk y Kharkiv, y que de momento se saldan con 14 muertos y casi 40 heridos, son un claro indicador de que el presidente ruso, Vladimir Putin, no tiene intención alguna de comenzar una negociación de paz con su país.
Los mismos objetivos de siempre
“Estos ataques demuestran que los objetivos de Rusia siguen siendo los mismos”, indicó el jefe de Estado en un comunicado publicado en su cuenta de Telegram.
“Es muy importante seguir haciendo todo lo posible para proteger la vida, fortalecer nuestra defensa aérea y reforzar las sanciones contra Rusia. Todo lo que ayude a Putin a financiar la guerra debe desaparecer”, agregó Zelenski.
El viernes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien desde su llegada a la Casa Blanca inició contactos con Rusia para poner fin a la guerra, sostuvo que las tropas de Putin están “machacando” Ucrania con nuevos bombardeos, y advirtió con sancionar a sus autoridades y a su sistema bancario.
Rusia anunció ayer haber recuperado el control de tres localidades en su región de Kursk frente a las tropas ucranianas, que en las últimas semanas retrocedieron en esta zona en la que incursionaron en agosto.
Se trata de los pueblos de Viktorovka, Nikolayevka y Staraya Sorochina, indicó en un comunicado el ministerio de Defensa.

